↞Materiales educativos en entornos virtuales ↠
El
profesor decidió comenzar la clase lanzando una pregunta: ¿Qué es Internet?, puesto
que como sociedad emergente en las nuevas tecnologías deberíamos saber
responderla ya que nos encontramos en un continuo uso del ya comentado
Internet, además nos explicó que pese a parecer una pregunta sencilla no lo
era.
Internet
es un conjunto descentralizado de redes de comunicación interconectadas que
utilizan la familia de protocolos TCP/IP, lo cual garantiza que las redes
físicas heterogéneas que la componen formen una red lógica única de alcance
mundial. Así pues, la palabra Internet se trata de un anglicismo que proviene
de la abreviatura International Network of Computers, es decir, Red
Internacional de Computadoras.
Un
entorno virtual de aprendizaje (EVA), es un programario específicamente
diseñado para facilitar los procesos de enseñanza y aprendizaje utilizando
sistemas informáticos. Estos permiten al profesorado presentar un conjunto de
materiales educativos en formato digital (interactivos o no), hacer el
seguimiento de las actividades realizadas por el alumnado, intercambiar
informaciones y llevar un registro de sus actividades y la gestión de las
calificaciones. Del mismo modo el alumnado, a su vez, puede consultar los
materiales, comunicarse con el profesorado y con el resto del alumnado.
Existen
dos riesgos posibles al acercarse a los EVA, por un lado, subestimar las
relaciones entre las nuevas tecnologías de la información y la comunicación
(TIC) y las prácticas educativas, asumiendo una visión lineal y simplista según
la cual la incorporación de las TIC a dichas prácticas constituye una mejora de
la calidad de las mismas. Y por otro lado, centrar la discusión sobre la
incorporación de las TIC a los procesos de enseñanza y aprendizaje en los
aspectos tecnológicos más que en los propiamente educativos.
En
la actualidad son muchos los docentes que deciden utilizar estos recursos
tecnológicos en sus clases, dentro de las aulas. Pero el uso que les dan no es
del todo lúdico ni educativo, puesto que su única utilidad es la de proyectar
una presentación que les permita llevar la clase con un apoyo visual que les
sirva de ‘’chuleta’’.
Este
aspecto nos lleva a plantearnos si en realidad las TIC nos sirven de apoyo para
acabar con aquellas metodologías tradicionales donde el docente se limita a
recitar lo que dice un libro o si simplemente las TIC han servido para
sustituir el material, es decir, sustituir el libro de texto por un power point
o un prezi, y seguir con la clase magistral de toda la vida.
Partiendo
de la posibilidad de una neutralidad pedagógica el autor Javier Onrubia declara
que tanto los objetos de aprendizaje como los entornos tecnológicos en los que
estos se utilizan no son neutros ya que estos siempre incluyen restricciones y
potencialidades instruccionales que dificultan, permiten o promueven ciertas
formas de enseñar y aprender.
Por
todo ello debemos tener claro qué teoría del aprendizaje vamos a poner en
práctica, la conductista (reproducción) o constructivista (reflexiva). Del
mismo modo, debemos diferenciar tres tipos de modelos de secuencia didáctica:
el modelo Frontal o Tradicional en el que son los videos y los textos los que explican
el contenido de la asignatura, donde se realizan cuestionarios con preguntas cerradas
y se evalúa con exámenes. El modelo Tecnológico que se caracteriza por
lecciones programadas de manera interactiva y en el que se incluyen actividades
de evaluación. Y el modelo Colaborativo en el que existe una cooperación entre estudiantes
y docentes, las actividades son abiertas y el entorno es permeable.
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